Naranjas y mandarinas

Las naranjas (y sus primas, las mandarinas) están llenas de coenzima glutatión, que se activa debido a su alto contenido en flavonoides y limonoides. Esta es una relación que la investigación médica aún no ha aprovechado y que hace que las naranjas y las mandarinas sean clave para ayudar a la epidemia de enfermedades crónicas del siglo XXI.

Juntos, el glutatión, los flavonoides y los limonoides ayudan a combatir los patógenos, proteger al cuerpo del daño de la radiación y desactivar los metales pesados ​​tóxicos en el sistema.

Las naranjas y las mandarinas abundan en una forma de calcio bioactivo que no se puede obtener en ningún otro lugar. El cuerpo absorbe instantáneamente este calcio, lo que significa que estas bellezas cítricas en realidad ayudan a que los dientes vuelvan a crecer, no a destruirlos como se cree comúnmente. Su contenido de ácido no es destructivo; más bien, funciona para usted al ayudar a disolver los cálculos renales y biliares.

Las naranjas y las mandarinas dan vida y deberían ser la base de la dieta. Ya sea navel, naranja sanguina, valencia, mandarina, miel Murcott, clementina, Minneola tangelo o cualquier otra variedad, puedes apoyar tu salud incorporándolas a tu dieta todos los días o con la mayor frecuencia posible.

Cómo utilizar:

Para obtener beneficios óptimos de las naranjas y mandarinas, consuma cuatro por día. Como refrigerio, rocíe miel cruda sobre rodajas de naranja o mandarina. Como ayuda predigestiva, intente agregar un chorrito de jugo fresco de naranja o mandarina a sus ensaladas y platos favoritos. Ayudará a garantizar que digiera su comida al mejor nivel posible.